miércoles, 30 de junio de 2010

Viaje Rio de Janeiro – Madrid, 2/3 : improvisado show en el avión

(…esta historia viene de aquí)

Para que mi madre y mis guapas no se preocupen y se queden más tranquilas puedo decir que no me pasó nada, que es una frase hecha, que justo Juan me entretuvo tomando un café al bajar del avión, y esos 5 minutos hicieron que no me montase en el tren (sino en el siguiente) que descarriló minutos más tarde y en el que iba a ir.

Pero no, eso no fue lo que pasó

Estaba en el avión, tras cenar la pasta y la tarta de arándanos y tras hablar con Juan, intentando dormir. El espídico Juan se había despertado un par de veces. A mí me dolían ya las rodillas de chocarme con el asiento de delante, y no sabía como poner las piernas, hacia el pasillo, contraídas y en alza contra el asiento de delante, cruzadas bajo el culo…

Dormité un rato. Como no uso reloj y apago el móvil no supe durante cuanto tiempo, pero me levanté con un poco de sed, con frío (esto es muy inusual en mí) y con un par de punzadas en el estómago. Aunque la señal de cinturones estaba encendida, me levanté a por agua. Juan tampoco estaba sentado a mi lado. El grosso de pasajeros dormía.

En la parte trasera del avión la azafata me dijo que no podía estar allí, habían anunciado turbulencias. Bebí mi vaso de agua (me costó muchísimo), volví a mi asiento, me tapé con la manta y me puse mi pañuelo negro en el cuello. Me quedé dormido durante un rato (ni idea de cuánto...) hasta que me despierto empapado en sudor, y con la barriga a rabiar de punzadas. Algo me había sentado mal, no sé si la comida, la insolación, las posturas, ¡qué!

La única feliz idea que me viene a la cabeza es ir al baño a echarme agua en la cara porque me encontraba fatal. Me limpio el suudor. Juan sigue sin estar. Luces de cinturón aún encendidas. Me levanto, empiezo a dirigirme al baño, doy 4 pasos, y noto como empieza a nublarse un poco todo.

-Supongo que es el típico mareo de cuando te levantas muy rápido – me digo.

Doy dos pasos más, y empiezo a ver cada vez menos. Se me empieza a nublar absolutamente todo, y empiezo a andar con los ojos cerrados, tanteando el angosto pasillo con las manos, de memoria. Un par de pasos más, los ojos totalmente ciegos, los brazos me empiezan a fallar, y las piernas ya no andan. Veo que no me recupero, y empiezo a plantearme la posibilidad de tirarme al suelo antes de caer fulminado. No creo que llegue al servicio.

Es la primera vez en mi vida en la que he pensado que hasta aquí he llegado, que iba a morir. Ninguna parte del cuerpo me respondía más allá de la consciencia de lo que me estaba pasando, pero ni podía hablar, ni podía ver, ni podía moverme.

Me quedo de pie, quieto, inmóvil completamente, agarrado con los dos brazos a dos asientos opuestos para intentar estabilizarme. Pasan segundos eternos en los que pienso que estoy a 10 km de altura, a varias horas de llegada a un aeropuerto, y lo poco que le gustará a la gente estar con un cadáver en esa situación. Noto justo entonces que me agarran del brazo derecho, y, como un autómata, el cuerpo responde y lo cojo yo con el mío.

- ¿Estás bien? - me pregunta. Estoy mareado - respondo.

Noto que se levanta, se pone a mi lado, me estabiliza, me coge del otro brazo, me sienta en algún sitio. No veo, soy el espectador de mi cuerpo blando. Me dicen que va a buscar a alguien. Pienso en que Juan es médico, pero mis cuerdas vocales no me ayudan.

Más que nunca siento que voy cada vez peor, que me están fallando cada vez más órganos, que estoy perdiendo puntos de vida.


Estoy sudando entero, noto que me caen gotas de la frente y las mejillas sobre la camiseta de ET, siento a veces que me voy a caer de lado y entonces una mano amiga me sujeta, y me vuelve a balancear hasta la posición de equilibrio. Me ponen manos sobre la frente, me toman el pulso en el cuello, me aflojan un poco el cinturón.

- Hay que tumbarlo en el suelo – dice una voz masculina a alguna audiencia - . Te vamos a tumbar en el suelo, ¿ok? – parece decirme a mí.

En un esfuerzo superlativo por intentar no morirme (eso creía, en serio, me dolía todo el cuerpo y llevaba un tiempo que no podía abrir los párpados como angustia máxima) mis cuerdas vocales articulan un “Yo no puedo moverme” a lo que me responde la misma voz “No te preocupes, nosotros lo hacemos”, y en menos que arde una candela de papeles estoy asido por numerosas manos que me desplazan de mi asiento (¿dónde estaba?) y me tumban en un suelo espacioso (¡¿en qué suelo?!) tó lo largo que soy (solo con las rodillas en alto). Sigo con un calor apabullante, con el estómago que me iba a reventar, con sudores fríos, y sin poder mover ni un músculo de mi cuerpo. Solo puedo oir voces y pensar.

El desenlace, y las secuelas, en la próxima entrega.

martes, 29 de junio de 2010

Cita con Nines

Paso la mañana obsesionado por la visita de Nines, haciendo cosas tan impropias de mí como son ducharme, peinarme, cambiarme de ropa...

Todos los detectives se llaman Flanagan

lunes, 28 de junio de 2010

Viaje Rio de Janeiro – Madrid, 1/3 : parecidos razonables

Mi viaje a Río empezaba bien. Prometía. Si de todas las personas más atractivas a nivel visual de las que iban a montarse en el avión eligiésemos a una, vale, sería yo, pero la segunda sin duda sería él. Metro noventa de negro (café manchado), rastas, perilla a lo Zappa, bolso de tía, Ipod con música bien alta y camisa rosa moderna sobre camiseta de colores. Gafas de sol dentro del avión incluso. Para haceros una idea gráfica, era una mezcla de Lenny Kravitz con Carlinhos Brown.
Mi imán con la locura se ve que está magnetizado a tope. De 300 plazas del avión, justo lo tenía sentado al lado. Fue un poco antipático al principio, pero luego se mostró afable, interesado en lo que haría en Río, y me dio algunas directrices de lo que ver, como actuar con las chicas, donde invertir el dinero y qué gastronomía no perderme. Es curioso, cuando hablaba español (vivió en Argentina un año) era el más correcto de los señores heterosexuales, pero cuando hablaba en portugués (con otros compañeros de avión) su tono se volvía chillón y tenía unas maneras y unos gestos muy femeninos. Muy.
Como diría Tyler Durden, una de las raciones individuales de personas de lo más interesante.

El doble de Lenny me dijo que yo tenía un aspecto de argentino que echaba para atrás. No fue el único. Antes de que pasase un día en Río, ya me lo habían dicho 2 personas más, el taxista, y la recepcionista del hotel.

Me tuve que hacer una foto nada más llegar. Quería saber como luce un argentino.

Los argentinos están buenos, según se aprecia


Mi viaje desde Río prometía aún más. Antes de salir, en el aeropuerto, con 3 horas por delante, conocí a Avivit, una israelí guapísima que se parecía a Noa; hablamos bastante (me vino bien, tenía el inglés oxidado), me contó su aventura sudamericana y como conoció a su actual novio en Buenos Aires, y quedamos en tomar algo y hablar a la llegada a Madrid. Aunque lo mejor estaba por llegar. Un señor de unos 50 años, delgado, calvete, doble de Forges se me sentaba al lado en el avión después de mirarme 10 seg sin decir ni mú y ser yo quien le decía si quería pasar (él tenía ventanilla).

Me dijo que se llamaba Juan, que trabajaba como profesor de física en un instituto, pero que había hecho medicina, y que le encantaba viajar. No sé por qué extraño motivo se conocía a toda la tripulación, cosa que me turbaba. De hecho, el señor azafato1 me saludó a mí también al saludarlo, me dijo que (yo) le había caído bien y me ofreció un menú especial.

Juan era extremadamente raro. Tenía muchos tics, casi nunca se enteraba a la primera de lo que le decía, y lo hacía todo de forma rápida y mecánica. Estaba totalmente espídico. Sus miradas con el azafato1 me resultaban de lo más curiosas. Había un deje de picardía en el ambiente.

Juan no solo fue, creo, la mejor ración individual que he tenido hasta ahora, sino, quien me lo iba a decir, sería el que prácticamente me iba a salvar la vida alguna hora más tarde…

(continuará)

domingo, 27 de junio de 2010

Destiny

Mi destino es deambular de un lado para otro, y volver al hogar de vez en cuando. Por fin vuelvo a pisar España, y estoy encantadito perdío.


Tú sigue esperando al destino, que vas bien

sábado, 26 de junio de 2010

Smells like nothing

Observo lo que hay fuera. Dudo, pero finalmente saco mi nariz imponente por la ventana entreabierta. Aspiro. Empieza a oler a julio. Y nada vuelve a ser imposible.

viernes, 25 de junio de 2010

Oro parece, plata no es

Edward vive en Londres, y ha estado enganchado a la cocaína durante años. La adoraba, lo hacía levitar, y todos los problemas diarios perdían su importancia. A veces había pensado en probar otras drogas, pero nunca creyó que le hiciesen ese efecto letal en la consciencia, así que siguió consumiendo a la guapa blanca una y otra vez.

Como todos los malos vicios en la vida, se decía que tenía que dejarla. Se lo planteó varias veces, pero al final el deseo era más fuerte y podía con su voluntad. Flaqueaba. ¿Qué podía hacer? Ni las borracheras, ni liar cigarrillos, ni siquiera inhalar cloroetilo le habían dejado huella. No. Tenía que dejar todo aquello.

Edward combatió y combatió, pero no siempre es fácil.

Cuando ya no tenía mono, una noche cualquiera Edward tuvo una recaída; un viejo aliado le ofreció de nuevo el polvo, y, él, confuso, perdido, no supo decir que no. Le apetecía, quizá por añoranza. Fue un error que nunca más cometería, se dijo.

En ocasiones Edward me llama con frecuencia, charlamos de los peces muertos que siguen la corriente del río, y me recuerda que ya nunca más la tocará, que apenas le trajo más que problemas a lo largo de su corta vida.

- ¿Y cómo lo has hecho? – espeto yo, incrédulo.

- He probado la heroína. Sé que no te va a gustar que te diga esto, pero eres mi mejor amigo y no quiero mentirte. Cuando llegó el momento en que la tuve frente a mí me embelesé ante lo prohibido, me manejó a su antojo, y terminé pinchándomela. Y, créeme, entonces supe en realidad lo que era colocarse.



Ni todo es siempre lo que parece, ni es oro todo lo que reluce

jueves, 24 de junio de 2010

Hasta el infinito y más allá

Ando en el quinto pino (desde el hogar), y otro viaje que empieza a materializarse ya...

Uff, ¿cansado?

Iría contigo hasta al fin del mundo, eso sí.

miércoles, 23 de junio de 2010

Ja sei namorar - Tribalistas

Esta ciudad.... ¡enamora!


Río de Janeiro


Bueno, lo que no es ciudad, más bien.

martes, 22 de junio de 2010

Eduard Khill - Troloro

Hace un par de meses volví a fascinarme por algo, para variar. Era el genial troloro. La estética, la presencia, la voz, la.. ¡todo!


Imagínate que te lo encuentras en un callejón de noche


Pero el troloro no es de ahora, el troloro ya estaba presente en nuestras vidas desde mucho antes, solo que, como otras muchas cosas, no las notamos hasta que las buscamos con ahínco.


(Gracias Pony Cruz por cantarme las cuarenta)

lunes, 21 de junio de 2010

Superarse cada día

Hay gente que se pasa la vida quejándose por todo. No tengo trabajo, no tengo dinero, no tengo novia, no tengo muchos amigos, no tengo ocio, no tengo tiempo, no tengo no tengo no tengo.

Dejad de llorar, cabrones.




¡¡Tened!!


Quiero un abrazo de esos

domingo, 20 de junio de 2010

Islandia - Iceland

Toda persona con la que he compartido algún viaje ya conoce que mi sueño europeo siempre ha sido Islandia. Con el amago de quiebra financiera del año pasado y con la ininterrumpida historia del volcán fumador creo que se ha degradado un poco el concepto, pero, afortunadamente, encontrar un video como éste me hace volver a generar sonrisas e ilusiones(y empezar a mirar vuelos).



Maldito paraíso, tengo que ir pronto, lástima que este año ya tenga mis 3 viajes programados. Maldita cuna de artistas como Björk o los geniales Sigur Rós, creo que la aventura helada sería inigualable. Para más inri, la nueva joya de la corona es Oláfur Arnalds, que hace unos temas tan sensoriales (como va creciendo el ritmo de la canción de forma sublime...) como 3055.

¿No puedes sentir la llamada?


¿Bailamos de nuevo?

sábado, 19 de junio de 2010

Ana, el café, y las tostadas

No suelo desayunar. Sé que es malo y todo esto blablabla, pero sinceramente, no tengo tiempo por las circunstancias en las que me hallo.

Esta mañana, mientras leía y escribía, un increíble olor llegó desde la cocina. A desayuno. A preparar café y tostadas, como antaño. Sábado de lujo.

Ana estaba con su delantal musical puesto, y su sonrisa.

¿Cuánto tiempo había estado yo sin fijarme en su sonrisa? Ana me alegró el día, y me temo que no va a ser el último. Tengo que fijarme más en ella.

Tengo que fijarme más, así, en general. Se me han escapado muchas cosas de la vida diaria. Andarme con más ojo.

viernes, 18 de junio de 2010

Aprendiendo la samba

Precisamente hoy, que es tu cumpleaños, y hay que dedicarte las atenciones a ti, hoy, llego a casa, y encuentro sonrisas y letras en mi buzón.


Gracias, mi viaje mañana a Brasil será mucho más llevadero de este modo.


En mi fiesta de asteriscos, el punto es el que destaca.

Everlasting

Hay noches que no deberían terminar nunca...

jueves, 17 de junio de 2010

Agotado

exhausto, extenuado, consumido, macilento, marchito, debilitado, postrado, fatigado, cansado, flaco, seco, enflaquecido, desganado, impotente, débil, acabado, gastado, arruinado, destrozado, empobrecido, vacío


martes, 15 de junio de 2010

Iván Ferreiro - Farenheit 451

Si te caes 450 veces, levántate 451. Qué grande Ferreiro en su nuevo disco.




Buena letra. Impactante y original video. Y el final: propio.

lunes, 14 de junio de 2010

Between the click of the light and the start of the dream

Me encuentro en un estado intermedio de lucidez: estoy eufórico a ratos, me entra apatía que calmo en casa embobado viendo series otros tantos. Recuerdo cosas del pasado muy pasado, y las mezclo con situaciones que viví hace menos de un día. Siento que navego por el mediodía de mi memoria, y tengo una montaña rusa de sensaciones yuxtapuestas.

Habrá que dejarse llevar entonces


Desde que he remodelado mi habitación no paro sino de tirar cosas antiguas. Cosas que ya no me valen para nada. Hoy le ha tocado el turno a mi mochila favorita. Pero ya era hora de comprarme una más, si no bonita desde luego más útil. Renovarse o morir que se dice.


Bye bye, bonita, fue bonito mientras duró


Sigo caminando por el sendero angosto, cada vez con más pausa, cada vez más sosegado, analizando los arbustos que encuentro alrededor, y fotografiando los bellos. No tengo prisa, ni miedo de lo que pueda venir por detrás. En esta senda no caben aviones, ni barcos, ni camiones, ni nada que enturbie el paisaje. Me dirijo a un sitio donde ni los coches van. Allí te espero.



Qué directazo, qué subidón, qué forma de tocar

sábado, 12 de junio de 2010

Mastretta en el Lope de Vega

Jueves noche. Me habían ofrecido una entrada de gratis (bueno, dos) para ver a Mastretta. Apenas lo conocía sino de oídas, y temía el factor sorpresa.

Siempre me cuesta plasmar palabras adecuadas a sentimientos y sensaciones, y, a veces, se me ha evaluado por ello, pero es que, en este caso, creo que no hay palabra tal para denominar la explosión sensorial que sentía interiormente con la mayoría de los temas.

Guitarra, batería, teclados, saxo, trompeta, clarinete, acordeón, contrabajo, violonchello, violín.

Vaya diez musicazos. ¿Letras? Letras no hacían falta para nada. Cada virtuoso tuvo su solo en el que encandilaba aún más. Y para rematar, el propio Nacho (Mastretta) es un estupendo payaso que ameniza el espectáculo con sus bailes, sus risas... Un genial histrión.

Qué envidia. Qué imbécil yo por no subirme al final al escenario a bailar con todos como hizo otra gente. ¡Qué me pasa!

No encuentro videos de la ocasión, pero os podéis hacer una idea aquí y aquí.



Salvando muchísimo las distancias, me hizo recordar el payaseo y el ánimo con que vive algunas canciones (aunque la música no tenga nada que ver) al señor ansiado por las chicas Leto.

viernes, 11 de junio de 2010

Falta de elegancia

Y a estas horas me mandas un mensaje con una falta de elegancia extrema. No sé qué confianzas te has tomado, o quién te crees en mi vida, pero desde luego no mereces para nada la pena como creía tras lo que me acaba de llegar al móvil.

BANDO


Por la presente, se hace saber, que si alguna loca tiene algo más que decir, que lo diga ahora o calle para siempre. Copón ya. Si tienes ganas de comerle el tarro a alguien, vete a un psicólogo de Buenos Aires de una puta vez.

miércoles, 9 de junio de 2010

Me se escribe con W

En mí, y solo en mí. Pensaba en mí como única salida. Nada de pensar en ella, mi decisión estaba tomada. Tenía que dejar la cosa estar, no podía seguir tratándola de ese modo.

En mí y en solo mí. No me importaba lo que ella tuviese que decir, la relación tenía que terminar. Estaba decidido.

Aunque ya lo habíamos hablado, llegó el momento de vernos. Y a la luz de la luna, el reflejo de la cerveza y con caricias en el brazo y en la espalda, tuve que voltear mi pensamiento 180 grados.

martes, 8 de junio de 2010

Haciendo una torpe

¿Se puede empaquetar todo lo más destacado de una persona en una única lista?



Cause we can can can

lunes, 7 de junio de 2010

Territorios Sevilla 2010

El viernes, grupos pop-rock, me encontré de lo mejor y de lo peor por allí. Experiencia general: positiva. Ánimo general: vago. De lo que vi y puedo opinar:

Para empezar, Maika Makovski, me hizo recordar a Pj Harvey. Mola el sonidito que hace con la lengua.


Friends


Para continuar, Los Planetas. Menuda estafa. Me gustó la de Si estaba loco por ti, y menos mal que al menos tocaron mi favorita.


Me mola la letra. Mucho. 3.

Y por último, los espectaculares Rinôçérôse, que hicieron mover por fin un poco el esqueleto. Mi favorita es Touch me, pero en éste se aprecia mejor la locura de Jessie Cheater.


Un puto crack. Voy a ser como él.

sábado, 5 de junio de 2010

Un mundo feliz, por PJ Harvey

Me gusta creer que más que Aldous Huxley, este libro lo inspiró Pj Harvey.


Imaginaos el agua a presión en una tubería. Hagamos en ella un agujero. ¡Qué hermoso chorro! Se le agujerea veinte veces, y solo surgen veinte míseros chorrillos.


One, but we're not the same


Las palabras, como los rayos X, atraviesan cualquier cosa, si uno las emplea bien. Lees y te sientes traspasado. Esto es una de las cosas que intento enseñar a mis estudiantes: a escribir de forma penetrante.


Billy, I love u endlessly



Habíanse vuelto como dos embriones gemelos, mecidos dulcemente en las olas de un océano de sangre artificial envasada.


Floating...

viernes, 4 de junio de 2010

Valiente - Vetusta Morla

Con cobardía salimos tímidamente de aquel concierto, rumbo incierto, próximo destino abierto. Estábamos al descubierto.

Esa noche habíamos bailado hasta el apagón final. La obra terminó, se echó el telón.

Amanecía; nos poníamos las gafas de sol para ocultarnos de lo que la realidad del día nos traía. Miedo, y apatía. Se esfumaba la alegría. ¿Dónde estaba ahora mi osadía?

¡Qué termine esta función!

Me coloqué los anteojos. Tenía que decidir por donde empezar a reorientar mis antojos. No quiero sentirme un despojo. Escojo. Echo el cerrojo. Ahora por fin veo el día de color de rojo.



No olvido los sueños, vuelvo a lo que no acabo. No perdí, no perdí, porque ser valiente no sólo es cuestión de verte.

miércoles, 2 de junio de 2010

Toda una noche corriendo por mis sueños

Aquella noche estuvimos tomando unas copas primero, unas miradas después, y unas risas al final. Descubrí que soy malísimo jugando al billar, pero qué importaba, no miraba sino más allá de la lona. Tú eras quien me tenía embobado. Pese a que me decías que te planteabas volar lejos.


Nos contamos como éramos. Nos gustábamos, o eso creía yo. Creía ver en tus ojos un brillo especial que no veo en algunas amigas. Supongo que fue eso lo que me hizo zozobrar más tarde.


Cuando me acariciaste la mano casi sin querer se confirmaron mis sospechas. Estaba bastante colado por ti, pero no pensaba demostrártelo. No quería que pinchases el globo de la ilusión.


Acabamos en la cama, y fue genial. Recuerdo una frase estupenda: no hay prisa, tenemos toda la noche.

Al día siguiente yo tenía que irme del país por un tiempo. Podías ( y puedes) llegar a mí de varias formas, solo era cuestión de proponérselo, pero no. Quién me iba a decir a mí que sí, que tenías razón, que esa era toda, y la única, noche que teníamos. Desde entonces, nos hemos empeñado en tenernos solo en sueños.


Menuda mierda, estos amores modernos.

Please baby lemonade

Calor. Sopor. Cuerpos resentidos que envejecen rápidamente con la elasticidad de la piel, quizá deberíamos momificarlos para siempre. Máscaras venecianas para ocultar el sudor del esfuerzo por sobrevivir. Trilogía de México: pasado, presente, futuro.

Busco a tientas mi reflejo en el espejo, y solo encuentro una imagen que no me corresponde. ¿Me engaña? ¿O soy yo el que me engaño solo? Soy una marioneta, soy el juguete de la fortuna. Intuyo que habrá tormenta pronto, así que me lleno de valor, y decido el futuro antes de tiempo: me tiro las cartas del tarot. Sorpresa.

En los campos de maíz, como le sucedía a Holden Caufield, esperaré a que llegue el momento de ejercer mi trabajo. Mientras tanto, salgo a la calle, y tomo limonada.