Ya hablé de Sigur Rós y del espectacular Heima aquí, así que no voy a repetirme (aunque reconozco que me equivoqué de favorita).
Islandia en estado puro.
Pero es que hay canciones que vuelcan el estado de ánimo. Chellos, pianos, xilófonos, trombón, coros,... ¿se puede pedir más? Sí, la locura final. Qué grande(s).
2:46
Ahora vas y lo cascas.