Pero, querid@s, corren vientos de cambio, y el sol, aunque ligeramente oculto, está presente para recordarnos que siempre va a estar allí para darnos todo su calor y tratar de facilitarnos el camino con su luz. Cada vez llueve menos por culpa del cambio climático de la experiencia y la fuerza, de modo que no tenemos de qué asustarnos.
Gracias a los soles que me calientan en estos días de lluvia.
