miércoles, 23 de diciembre de 2009

La mirada navideña

Siempre recordaré el día deayer por una mirada que me atravesó los nervios ópticos y me llegó directamente a la médula ósea.

La mirada de Ella.

Llevaba el pelo muy corto, de color negro azabache. Vestía de rojo, un bonito traje, muy sugerente, a lo kimono japonés. Caminaba delante de mí. Contoneaba las caderas grácilmente. Iba escuchando música en unos auriculares azules y menudos. Oteaba todos los escaparates, hasta que justo uno llamó su atención, el de una tienda de bebés. Se paró, se giró, y su volumen aumentó. Estaba embarazada.

Tras unos breves segundos en los que soy incapaz de decidir si seguí andando o me quedé allí pasmado como un imbécil, embelesado ante semejante mujer, ella levantó la mirada y me clavó los dos focos. Sin dejar de tararear lo que supongo que era la melodía de la canción que escuchaba, pausadamente empezó a sonreír. Entonces hizo algo que nunca olvidaré. Se tocó la barriga muy despacio, como regodeándose. Y dejó de mirarme a mí para mirar hacia abajo, a su propio futuro.

Luego me miró de nuevo, más sonriente que antes, y siguió su andadura, más altiva y segura que nunca, mientras se abría camino entre la multitud de una forma más impactante que Moisés abriendo las aguas.

Ayer supe realmente, después de 500 anuncios estúpidos en todos los medios de comunicación, qué es la Navidad.


Enlaces interesantes

1.- Ví hace tiempo en Zooglea un post que me parece terrible que la gente se haya saltado a la torera porque es de lo más increíble que he visto en años, y si esto es el futuro.. bienvenido sea cuanto antes. Merecen la pena los 15 minutos, si creéis lo contrario, os invito a una copa.




2.- En el blog de Fabi suele haber canciones bastantes interesantes. En los últimos post le ha dado por las reflexiones. Afortunadamente. Os aconsejo un paseíto por él.

Cierto mercader envió a su hijo para aprender el secreto de la felicidad con el más sabio de todos los hombres. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto hasta llegar a un hermoso castillo, en lo alto de una montaña...
(sigue leyendo la historia en el enlace del blog)


3.- ¿Puedes enamorarte de una chica a través de internet? ¿Sin olores, sin tacto, sin visión física? Sí, por supuesto que sí. Puede que eso sea el amor, y lo otro solo el deseo.
A mí La Aspirante me tiene fascinado con sus disertaciones acerca del ser humano y las relaciones (escabrosas) de pareja. Acerca de lo último que he leído, me gustan éste y éste. Pero tiene otros muchos pensamientos destilados.


¿Tienes ganas de mí? Pues ya somos dos.

Ahora una mirada tuya sería como un puto cuchillo atravesándome. No me mires más.

... que segundas partes nunca fueron buenas. ¿Y las terceras? ¿Las cuartas? ¿Por cuál iríamos nosotros? ¿Podría salir bien alguna vez? Asegúramelo, que para dudar ya estoy yo.