domingo, 28 de junio de 2009

Lago Agrio, selva amazónica, Ecuador

Nunca había estado en un sitio tan distinto a lo cotidiano. Y menos impartiendo una formación.


La gente, la pobreza, la vegetación, las costumbres. La gente con machetes por la calle. Las chicas seduciendo cada minuto a un chico distinto. Las clases extremadamente definidas.

La comida. Anoche cené BOA. Exquisita. Dentro de un rato voy a probar los mayones (gusanos), ya os cuento si vuelvo.