Un señor que no tiene ningún pudor en confesarte nada más conocerte que, en su familia, cada dos generaciones, sale algún enano.
Un señor que tiene a bien decir que va derramando esperma por los rincones de los cuartos más oscuros de los bares más sórdidos de la capital hispalense.
Un auténtico poeta disfrazado de crápula que escucha copla al llegar a casa al alba. Él saca un libro por año, es uno de sus hábitos.
Y ahora, presenta su nuevo libro (¡¡cómo pasa el tiempo!! ¿Hace un año ya de aquella noche?) Encontré la información anoche en el Bar las Columnas. Margaritas de derribo se llama, al parecer. Habrá que ir mañana a verlo y a disfrutar de su verborrea desbordada.
Y si no pueden, búsquenlo por la noche con olor a azahar. No podrán parar de divertirse y ser felices fugazmente.
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