miércoles, 26 de mayo de 2010

No envidies mi éxito si no conoces mi sacrificio

Fueron días duros con noches en la sombra leyendo. Fueron sábados viendo cine raro en La 2. Fueron momentos escondido al acecho del éxito. Fui el segundón de lujo. Fui el amigo del guapo.

Estuve años intentando conseguir mi futuro. Hubo noches de lloro y rabia. Hubo una brutal falta de apoyo de mis más cercanos. Hubo, afortunadamente, nuev@s conocid@s que lo dieron todo por mí. Vi luchar a mis padres contra viento y marea

Hay tardes aciagas mirando por el ventanal del hotel solo. Hay bailes eufóricos con los auriculares sobrepasando lo sano; hay ideas locas, hay paseos en bici que amortiguan mis malos deseos.

Hay pensamientos que nunca deben volver, hay ideas que siempre lucharé por que se realicen. Hay añoranzas, hay exaltaciones. Hay pensamientos impuros.

Nadie apenas me ha dado nunca nada que no haya sabido devolver con creces e intereses. ¿Tengo lo que me merezco? Qué importa. Aunque me falten cosas, en este mundo donde no existe la justicia no puedo quejarme ni un ápice. Tengo muchos contrastes extranjeros que me abofetean en la cara y que me devuelven a mi adorada realidad andaluza y morena donde cada vez tengo más claro que quiero vivir. Irme para volver. Como decía Bebe, me tuve que ir pá echarte de menos.

¡Ja! Se ríe de las cicatrices quien nunca ha sufrido una herida.