domingo, 16 de enero de 2011

Los sueños, sueños son

Se trataba de una plaza antigua, rectangular, y dividida a su vez en 4 rectángulos, cada uno de ellos con una zona ajardinada, todo alrededor del edificio central.

El día había dado de sí, cada uno había realizado sus menesteres y tareas, y a última hora de la tarde, don Juan de Marco los había convocado a todos allí para celebrar un aniversario, prometiendo una sorpresa. Toda clase de personajes y animales se dieron cita. El capitán Pescanova, una superstar embarazada, Anne Igartiburu, Santi Millán, Amelio, Beyonce, ...

Santi Millán conversaba con el capitán Pescanova animadamente, pero de pronto se sintió súbitamente atraído hacia el jardín opuesto. Beyonce, en un impresionante body negro, conversaba con Anne Igartiburu. ¡Qué mujer! pensó Santi, y, excusándose se deshizo del Capitán Pescanova en dirección a la cantante. No pudo llegar hasta allí, porque rápidamente don Juan de Marco puso música club y todo el mundo se puso a saltar y dar botes.

El señor Millán danzaba con el mono Amelio y con don Juan de Marco, agradeciéndole el gesto de semejante festejo, pero de repente Amelio se puso pesado y empezó a morder a don Juan, con lo que Santi se quitó de en medio y se fue a bailar con una preciosa superstar al otro lado del jardín.


El sopor de la tarde era evidente, y entre el baile, y el sudor, la gente empezó a despojarse de su ropa poco a poco. Santi Millán seguía bailando con la superestrella embarazada, cuando se oyó, a lo lejos:

- ¡¡Señor Millán!!

Ante la sorpresa y el estupor de los allí presentes, era Beyoncé la que había emitido ese grito, y la que se acercaba, despacio, en 3x4, guapísima, negrísima, hacia Santi. Al llegar, continuó:

- … Santi, ¿por qué vas a bailar con esta señora embarazada, pudiendo bailar con la auténtica reina del baile?

Y entonces, bailaron y bailaron, danza vertical, toda la noche y sonreían, y en aquella plaza, de nuevo, finalmente, se volvieron a besar apasionadamente.



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