viernes, 23 de noviembre de 2012

Accident



Venía tranquilamente conduciendo por la autovía con mi coche gafado el domingo 23 de Noviembre de 2003, sobre las 21:27, a punto de llegar a Sevilla, cuando en la curva de la Coca Loca / Pepsi, un poco antes del aeropuerto, conforme iba girando, me encuentro con unos 3 o 4 coches con intermitencias, y otros tantos mas con las luces de frenado a tope.

Empiezo a ponerme nervioso. Mientras piso el freno intento mirar si puedo esquivar los coches, si puedo meterme por algún hueco, pero es materialmente imposible. En los dos carriles de la autovía había tres coches, que alguien me cuente como lo hago (mi coche gafado no tenía turbo boost, como el coche fantástico, ni cápsula reducción Hai-Poi). Una vez comprobado que el frenado parecía que no iba a ser suficiente, y dado que había llovido, noto como el coche se resbala un poco.

La siguiente imagen que tengo es ya la del impacto en sí. Noto un porrazo, que me muevo sin querer, mucho humo y cristales rotos. Aún no me lo creo, no puedo creer que me haya estampado contra el de delante. Es todo ficción, como si no te pasase a ti. Siento algo raro, indescriptible. Pero al menos siento, joder. Estoy vivo. Ostias, ¿y Ro? Nena, háblame, ¿estás bien? Sí, me responde, me tranquiliza. Salimos del coche a toda prisa sin ni siquiera mirar, ni siquiera caer en que estás en una autovía, que vienen coches a todo trapo y que te pueden llevar palante o pegarle al coche gafado y que este nos arrastre irremisiblemente.

Llegamos a la cuneta mientras los demás coches implicados también son un hervidero de ocupantes saliendo por la ventanilla a toda hostia. Supongo que todos estábamos acojonados porque creíamos que aquello iba a ser un cirio de buenas a primeras.


Luego ya te vas calmando, el coche se ha quedado como el acordeón de María Jesús, pero al menos estoy bien. El pecho y la espalda duele, pero a esta he sobrevivido. Dos horas esperando, tomando declaración, viendo pelucones guapos, te llevan al quinto cipote, pierdes de vista lo poco que queda de tu coche gafado, te recoge un taxi, llegas a casa a las 00:30 de la noche. Y de ahí a urgencias, que jodan a los congelados, ya los meteré mas tarde. Todo muy lento, todo muy rápido.
En urgencias nos miran, no hay na grave en primera estancia, mañana a radiografías, tal y cual, pascual. Te duermes a las 2 de la noche como puedes. No puedes.

Cuidaos mucho y cuidadín en carretera. Yo era también de los que creía que yo nunca tendría un accidente, que controlaba y que podría parar el coche cuando y como quisiera.


Rome - The accident of gesture