Con cobardía salimos tímidamente de aquel concierto, rumbo incierto, próximo destino abierto. Estábamos al descubierto.
Esa noche habíamos bailado hasta el apagón final. La obra terminó, se echó el telón.
Amanecía; nos poníamos las gafas de sol para ocultarnos de lo que la realidad del día nos traía. Miedo, y apatía. Se esfumaba la alegría. ¿Dónde estaba ahora mi osadía?
¡Qué termine esta función!
Me coloqué los anteojos. Tenía que decidir por donde empezar a reorientar mis antojos. No quiero sentirme un despojo. Escojo. Echo el cerrojo. Ahora por fin veo el día de color de rojo.
No olvido los sueños, vuelvo a lo que no acabo. No perdí, no perdí, porque ser valiente no sólo es cuestión de verte.
1 comentario:
I like this song ;)
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