sábado, 22 de mayo de 2010

Mi manchi tanto

Aquel pintor tan pobre y barbilampiño no sólo llevaba pintado un fino bigote sobre su labio superior; también sus calcetines, que higiénicamente cambiaba cada día de color, eran pintados. Y la mujer con la que dormía estaba pintada sobre la sábana.

Las apariencias del pintor - Ángel Guache