viernes, 27 de noviembre de 2009

Té de la amistad

Pon agua a hervir. Calienta tu tetera favorita. Agrega dos cucharadas de té, una para ti y una para mí. Vierte agua hirviendo y mientras reposa podemos hablar.

Hablaremos de todo. Hablaremos de nada. Cualquier cosa que me quieras decir, yo te escucharé. Cuéntame tus secretos, tus preocupaciones, tus alegrías, tus pensamientos más profundos y tus fantasías más locas. Cuéntame un chisme jugoso. O tus teorías sobre cómo hacer del mundo un lugar mejor. Compartiremos una nueva receta o un viejo recuerdo. Una idea brillante o una ridícula. Cualquier cosa. Estaré triste si tú estás triste, feliz si tú estás feliz. Reiré o lloraré contigo. Reiré contigo hasta que me duela la mandíbula. Agóbiame. Ilumíname. Espero que nuestra conversación dure el resto de nuestras vidas.


Revuelve y sirve. Comparte.



GRACIAS. Echaba de menos los regalos inesperados.