miércoles, 29 de abril de 2009

The fountain - Death is the road to awe

Cuando vi por primera vez The fountain, de Darren Aronofsky (traducida en España como La fuente de la vida) apenas pude apreciar todos los detalles. Película atípica dónde las haya (siendo de dicho director qué se podría esperar..), rara, rarísima, mágica en ocasiones y delirante en otras, aunque con una banda sonora de lujo, como no, de su fiel colaborador, Clint Mansell.

Hugh Jackman y Rachel Weisz viven una historia de amor y muerte salpimentada de paisajes bucólicos y personajes oníricos. Por más cursi que suene, esto es así. La película hay que verla, pero a modo de introducción, dejo este vídeo, en el que describe, de forma magnífica, y a través de tres diferentes espectros sonoros (quitando el desenlace) como se desarrolla la tragedia. El momento cumbre, a mi juicio, cuando entra la sinfonía de fondo, minuto 7:37. la orquestación es para que se te erice todo.

Y para pensar, la frase del protagonista en el 6:30

Death is a disease, it’s like any other, and there’s a cure..a cure.. and I will find it.

Y si Hugh Jackman lo dice, va a misa.

Son 8 minutos y medio, pero merece, y tanto, la pena.

martes, 28 de abril de 2009

Depredador

Tomaba el sol plácidamente en la terraza, ajena a todo.

Él, mucho más grande, mucho más ágil, mucho más bello, mucho más todo, se percató de su presencia. Se sintió terriblemente ofendido, porque estuviese en su zona, y sin su permiso. Y se sintió macho, una atracción ineludible.

Cauto, se acercó, no quería ser sorprendido. Quería cogerla por detrás y hacerla suya. Yo nunca lo había visto así, desconocía un comportamiento tan avieso en él. Pero no me hacía caso, por un momento nuestra amistad era superflua, solo primaban los más bajos instintos.

Ajena a todo, seguía cantando, feliz, al sol, disfrutando del nuevo día, ojos soñolientos, cuerpo cálido. Él, a un metro, era su antítesis. El cuerpo le ebullía, se le notaba alterado, los ojos inyectados en sangre.

Cuando me disponía a decirle, por última vez, que me contara qué pasaba, entonces sucedió. Ya era demasiado tarde.

Brincó, espectacular atleta, se arrojó sobre ella. Retozaron sobre el suelo, rodaron, haciendo el amor, pero mucho más salvaje. Ella se resistía. Él no paraba de besarle el cuello, era su primer objetivo antes de querer ensalivarle el resto del cuerpo.

Duró 10 segundos, los que yo tardé en acercarme para separarlos.

Insisto, ya era tarde, no fue necesario el boca a boca. Allí yacía, pobre, el cadáver de la paloma. Y a su lado, un viejo conocido, y uno nuevo: Viejuno, y su recién estrenado instinto depredador.

Actualización
: No hizo, por ejemplo, esto.

domingo, 26 de abril de 2009

Tengo mis dudas, maricón

Sin ánimo de faltar a nadie, vaya tela...

Lo peor es que verás tú como en breve suena en todas las casetas/bares/discosalas..



Si os quedáis con más ganas de juerga, y no sabéis si os gusta más el bacalao o el salchichón, click aquí

viernes, 24 de abril de 2009

Chesil Beach

Hacía todo lo posible para impedir que se le tensara un músculo de la pierna, pero era algo ajeno a su voluntad, actuaba sin su permiso, tan inevitable y poderoso como un estornudo. Aquella pérfida franja de músculo no le dolió al contraerse en un leve espasmo, pero sintió que le estaba delatando, dando la primera indicación de la gravedad de su problema. Él sin duda notó la pequeña tormenta que bullía debajo de su mano, porque ensanchó los ojos una pizca, y el arco de sus cejas y la insonora separación de sus labios sugirieron que estaba impresionado, incluso sobrecogido, al confundir con ansiedad la zozobra de Florence…

…Es vergonzoso a veces que el cuerpo no quiera, o no pueda, ocultar emociones. ¿Quién, por decoro, ha frenado alguna vez el corazón o sofocado un rubor? Indisciplinado, el músculo de Florence brincaba y se agitaba como una polilla atrapada debajo de su piel…

Marisa, de Nacho Vigalondo

Espectacular Nacho, para variar.

Aparte del espacio y el tiempo, la gente cambia, porque sí. No esperes.


jueves, 23 de abril de 2009

Two canis make 1 cup

Bar La Trinidad, Sevilla, miércoles 23:45 de la noche:

- ...
- "Y antes de liarme con él, me estuve tomando unos cubatas con su novia.."
- Ya, normal...
- ...

lunes, 20 de abril de 2009

Michel y Májina Cross

Subía despacio las escaleras hasta el tercer piso: la chaqueta colgada del brazo, abriéndome la camisa, con las llaves en la mano derecha. Volvía cansada del trabajo después de un día agotador. Llegaba hasta la puerta de una casa vacía.

Michel se había marchado dos días antes; no pudo perdonarme que le engañara.

Suspiré profundamente antes de meter la llave y abrir la puerta. Ahogué el suspiro en cuanto le vi y me quedé inmóvil en la entrada. Él me estaba esperando. Vino hasta mí, me quitó las llaves y la chaqueta, y cogiéndome de la mano me condujo al sofá.

Arrodillado a mis pies me acarició las piernas y me quitó los zapatos. Muy lentamente, desabotonó mi camisa y me besó con suavidad los hombros y el cuello.

Sin salir de mi asombro, observé fijamente cómo me quitaba la camisa y el sujetador. Me recostó en el sofá y rozó levemente uno de mis pezones; se me erizó la piel.

Entonces metió su mano bajo mi falda, y tras jugar un instante entre mis piernas, deslizó hacia abajo mis medias para subir bruscamente después, presionándome con sus manos.


Se deshizo de mis bragas y metió su cabeza entre mis muslos. Cuando sentí su lengua, empecé a gritar y retorcerme; intensos escalofríos recorrían mi espalda.

Me manejaba a su antojo; mordió mis nalgas con fuerza. De repente se detuvo, se colocó encima de mí y por primera vez me miró a los ojos.

Entonces, llamaron al timbre.

Me cerró la boca con su lengua. Desesperada le abracé, rodeándole también con mis piernas, y nos besamos con rabia, mordiéndonos los labios y la lengua. Me agarraba fuertemente del pelo. Le arañaba la espalda bajo la ropa. Nos caímos del sofá y rodamos por el suelo.

Volvieron a llamar al timbre.

Con furia le quité la ropa y seguimos dando vueltas. Encima de mí, empujaba enojado mientras yo gritaba pidiendo más y más, aumentando su enfado. Él no había dicho ni una sola palabra todavía.

Tras la puerta, seguían insistiendo.

Con la confusión, conseguí colocarme sobre él, y despacio, le monté. Pareció relajarse. Cuando no fue suficiente, con sus manos en mis caderas me marcó el ritmo. Nos corrimos al mismo tiempo. Estallé en carcajadas mientras por las ventanas abiertas entraba el sol del verano en París. Quería que todos me oyeran reir.

No me percaté de que aporreaban la puerta.

- Abre - fue todo lo que dijo.

Con su camiseta y empapada en sudor fui a abrir la puerta. Era Michel.

jueves, 16 de abril de 2009

Arreglando el mundo sevillano

Vivir en Sevilla tiene sus cosas, hay que aguantar algunos canis.



Pero no sé si es peor aguantar pijos.



Pero lo importante siempre es intentar cambiar el mundo. Para mejor, se entiende.

domingo, 12 de abril de 2009

Eyaculación notoria

Creo nueva sección, con algo tan común para todos como son frases que se escuchan por la calle, y por las que matarías por ubicarlas (lo que oyes) en un contexto menos sorprendente del que tú le has dado.


José Laguillo, Sevilla, 9 de la tarde, dos chicos andan, uno le dice al otro:

- ...
- Y de esta forma, es como ella sabe que estás eyaculando.
- ...

domingo, 5 de abril de 2009

Llamas, naúseas

Aquella tarde calurosa volvieron a encontrarse Elvira y Raúl. Llevaban tiempo sin verse, y saltó la llama. Decidieron tomar un té, y hablar de cómo les trataba la vida, pero a medida que transcurría la conversación, el deseo no se enfrió al ritmo del té. Era inevitable acabar entre las sábanas, y ellos lo sabían. Miradas esquivas, charlas banales, segundos anodinos.

Abrieron la puerta de un empujón, y cayeron en la cama violentamente. La ropa duró puesta lo que dura una candela de papeles, de cualquier otra forma se habría producido una autocombustión. Las lenguas, ávidas, recorrían todos los recovecos bucales, el cuello, los torsos desnudos. Se mezclaron sin piedad, mimetizando sus cuerpos.

- ¿Puedo? – dijo Elvira.

Raúl asintió con la sonrisa, y ella situó sus caderas sobre sus labios, y empezó a cabalgar suavemente. La cadencia aumentó, la lengua se aceleró, el orgasmo no tardó en llegar. Estado de ingravidez. Era inevitable.

La segunda parte, con los dos mismos equipos de fútbol en el campo, y sin árbitro, no se hizo esperar. Raúl empujó a Elvira medio metro hacia atrás, la acomodó sobre su sexo, le pidió que lo matase de placer.

Mientras Elvira se contoneaba como una diosa, bajo los colores sobreexpuestos del atardecer entrando por las rendijas de la persiana, Raúl notaba que se elevaba por encima del colchón, a dos metros, sin notar la gravedad. Con una Salma Hayek sinuosa sobre él, y sin besar a una serpiente, anhelaba que fuese una habitación abierta hasta el amanecer.

Justo en el momento del clímax, con la eyaculación latente, y él a punto de querer morir para siempre, él se incorporó hasta su altura, se abrazaron, se miraron a los ojos, se dijeron todo sin hablar, se dejaron reposar un rato, acompasaron la respiración, y todavía en la posición de loto, Elvira se acercó con suavidad al oído de él, susurrando:

- Raúl, hace tiempo que no llevo puesto el aro. Quería quedarme embarazada. De ti. Tenerte eternamente dentro. Quiero que me abraces el sueño para siempre.

viernes, 3 de abril de 2009

Crímenes (de 9 para arriba)

Hoy me han dado ganas de llamarte, hoy que el frío se apoderó de mi alma, de subir el volumen de un cd al máximo cuando tu voz apareciera al otro lado del móvil, y de colgarte después sin más palabras.


No lo he hecho... y mi alma y mi cuerpo siguen con frío.

jueves, 2 de abril de 2009

Nitin Sawhney - Breathing light

La letra es nula, pero ese We are free to be free se mete en el cuerpo.

Y luego, el frulatto.