Cuando Ro me llamó para decirme que había una carrera de 10
km reconozco que me lo pensé. Cuando un día más tarde me dijo que no eran 10 km
normales, sino con obstáculos, pinchos, barro, manguerazos de agua, escalada de
camiones, campo a través y demás putadas, me tuvo casi en el bote. Pero es que,
cómo me conoce, cuando me dijo “vamos a ir disfrazados todos juntos”, le dí el
sí quiero instantáneo. Moví cielo y tierra para estar allí, hice puzles y
rompecabezas para ajustar Méjico, Murcia, Málaga y Sevilla, pero la ocasión
merecería la pena. Allí que nos plantamos casi 16 corredores con un atuendo de
Fama de los años 80 que nos venía ni que pintado. Íbamos a dar el cante, a
bailar en cada prueba, y a hacer piña.
El día D al final resultó ser un día terrible tras haber pasado algunos de los 8 días más intensos de mi existencia entre mis dos andaruras americanas, y haber salido la noche de antes y haberme pegado una noche loca hasta las tantas de la mañana. Yo y una medusa muerta en ese momento éramos lo mismo. Para técnica, Ro, por favor te lo pido.
Tras un finde de risas, hincharnos de comer, de conducir y
perdernos por las curvas del infierno, empieza la fiesta. Unos 2000 corredores
con los atuendos más variados subiendo un campo de trigo para empezar la
prueba. Antes nos pintarrajeamos la cara y el cuerpo todo lo que pudimos,
calentamos haciendo el ganso, y nos echamos fotos con todo lo que se movía.
Aunque iba terriblemente bien acompañado, necesitaba el apoyo de mis Paco, Javi
y Cheo para conseguir mi objetivo, así que hice un pequeño homenaje, homenaje
que causó que todo el mundo me preguntase porque le hacía publicidad a la marca
de fiambres.
Un helicóptero nos sobrevuela, tenemos al lado a un grupo
vestidos de flamenco, unas abejas, Mortadelo y Filemón, un troglodita, unas
bailarinas.. BANG! Todo el mundo a correr y a evitar los rastrojos. Primero circuito interno de obstáculos:
saltar paredones, meter los pies entre ruedas, tirarse a una piscina de lodo,
escalar un camión de paja (mucho peor bajarlo), arrastrarse bajo una alambrada,
nadar en la piscina, sudar mucho en general, y más aún cuando al salir de esas
10 pruebas te metes en pleno campo bajo un sol de infarto a correr unos 9 km.
Las subidas fueron horribles. Cómo se nota que estoy
desentrenado. En las pruebas ya quedaron miembros Famosos detrás, cada uno a un
ritmo, pero yo tuve la suerte de encontrar a Ruth al lado de mi y nos hicimos de
liebre la mayoría del trayecto. Qué pena que tras aguantar subidas del 8%, bajada a cuclillas por las alcantarillas, paso de arroyos y descenso de barranco juntos te
quedases atrás por el tema del tobillo.
Ahí fui egoísta, ya había cogido velocidad de crucero, no
estaba contento con mi subida a los infiernos y decidí apretar lo que pude.
Hice mis últimos 2 km solo corriendo hasta la extenuación, el espíritu de Mikel
Negro me poseía. Cuando quedaba medio, de nuevo repetir las pruebas, creí
morir. Pero ya se oía el aliento de las niñas que habían abandonado antes y
estaban por allí con sendas sonrisas aplaudiéndolo todo. Así que un par de
saltos más, un revuelco en el fango, un obstáculo horrible de un volante de
goma gigante, y voilá, 1:24m, un tiempo que no está mal para lo mal que me
encuentro de forma, pero unas ganas terrible de superarlo en Iznájar en
noviembre con los Poceros. Eso sí, el equipo Fama tiene que venir, que ha sido un fin de semana irrepetible. Por cierto, mis felicitaciones a Ro, líder indiscutible del grupo, organizadora y crack en absolutamente todos los sentidos. Chapeau, tía buena!
A mejorar: disfrutar de la entrada a meta. Todo lo que
pienso (antes de las dos carreras que he hecho) no lo he llevado a cabo en la
entrada.
Eternal
running, me tienes enamoradito.
P.d. Fotos, clasificaciones y más info en: http://www.fishermansfriendconeternalrunning.es/home.php
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