Bo Derek: 10, la mujer perfecta

A raíz de un juego con la magnífica Bego, nos pusimos a esbozar las cualidades que buscamos en una persona del sexo opuesto y que nos volverían rematadamente locos. Salió algo así como lo que sigue:

1. Que sea divertida. Original, creativa en sus comentarios, ocurrente. Me ponen a mil las tías mordaces, las tías que me hacen reír y se ríen conmigo, y no las que se ríen por cualquier cosa y están siempre con la risa floja y tonta en la boca, todo les hace gracia. Las chicas que replican o que se las ingenian antes que yo ante cualquier ataque verbal.


2. Curiosa. No entiendo la gente que, por poner un ejemplo, está chateando contigo por cualquier medio, le hablas de algo que no conoce, y no va que vuela a Google. O si está a tu lado te pregunta y se interesa por el tema. O quiere estar informada, lee los medios de comunicación, tiene alguna inquietud, aunque no sean las mismas que las mías. A las que le dan igual la mayoría de las cosas las mandaba a donde picó el pollo. Me gustan las tías listas y no las apocadas.

3. Social. Me encanta mi vida social, así que no me imagino con alguien que no esté interesada en salir a la calle un montón, ir a sitios distintos con gente nueva, conocer a esa gente, hacer amigos, ir al teatro, mañana a un concierto, pasado a un bar que acaban de inaugurar y dan ambigú gratis, acabar a las tantas de la madrugada cambiando el mundo en un banquito sentados en la calle con una cerveza en la mano. Y que sea Innovadora. Que sea ella quien me proponga de vez en cuando nuevas cosas. Nuevos sitios que visitar, nuevas recetas que hacer, nuevos restaurantes, espectáculos. A veces es duro ser siempre el que tiene que planear algo novedoso, original, una jornada completa. A veces te gusta ir de Miss Daisy y que te paseen un poco a ti.


4. Que le gusten los gatos. O aunque sea los perros. Pero al menos alguien que se encargue de mimar a un bicho en casa. Mimar no es echarle de comer y limpiarle las mierdas. Esto es como la antesala de la paternidad. Si no sabes interpretar una sonrisa cómo entenderás una explicación.


5. Independiente. No es que quiera que no quiera verme ni me cuente sus cosas ni me consulte, todo lo contrario, pero no quiero que dependa de mí. No quiero que se ahogue si no nos vemos en un tiempo. ¡Así no hay quien eche de menos! Creo en los espacios individuales como complemento a los colectivos. No soporto que me pregunten en todo momento por donde ando, con quien, qué hago, por qué hago eso con otras personas en lugar de con ella.

6. Musical. Una chica que no tenga pasión por la música, que se emociones escuchado un tema, que no vaya a conciertos, a teatros acústicos, tiene pocas posibilidades de ir de mi mano. Una chica que no se quiera apuntar a los conciertos que hay cada dos por tres por excusas menores. Una chica a la que no le brillan los ojos cuando escucha un temazo bestial en directo no puede latirle el corazón al ritmo que le debe latir para poder follarla salvajemente.


7. Hablando de Roma, que sea espabilada en la cama. Las sosas sinsus dónde creen que van. Si has llegado hasta la cama, sé lo más guarra que puedas, verás lo bien que lo vamos a pasar. No es el momento ahora de rayarse y recuerdos. ¡Como si no hubiese una próxima vez! A ver si al final va a ser cierto eso de que no hay nada como una “gordita agradecida”.


8. Que le guste leer y escribir. Lo de leer lo dice todo el mundo pero apenas lo hace la mayoría. Lo de escribir es menos habitual, y a mí me gusta mucho más. Me encanta la gente que tiene algo que decir y que lo expresa. No tiene que ser un blog, puede ser una carta, un correo, una libreta personal. Pero que le gusten las palabras, y todo lo que se relaciona con ellas. Que escriba un manual de los raros en mi honor.


9. Consecuente. Que hoy piense unas cosas y mañana las lleve a cabo. Que no sea una veleta. Que un día no me quiera perder en toda su vida y al día siguiente ni me mire y piense en la soledad de los números primos. Que filosofe en exceso sobre temas banales que solo hay que llevar a práctica. No preguntes, hazlo.

10. Que me resulte guapa. No quiero que sea un canon de belleza ISO 9001, pero a mí me tiene que resultar guapa. Me da igual alta que baja, gorda que delgada, tetas gordas o plana, culo para forrar pelotas o culo carpeta, pero si no me resulta guapa de cara, acabo perdiendo el gusto a las semanas. Me tiene que gustar su cara.


Alguien que cumpla ese top ten no estaría conmigo, que estoy tarado, lo tengo claro. Pero me molaría encontrarla y que me quitara la tontería.

Puntúate.