Como Clark Gable y Ava Gardner cogidos del brazo y paseando por la 5th Avenue, con un negro detrás cargado de bolsas y un hipotético perrito correteando alrededor de ellos, mientras suena un xilófono, porque en esas escenas siempre suena un xilófono.
Esta canción es para ti, Ava, le dice Clark esa noche cuando se la lleva a la orilla del rio... Hudson? a cenar y le confiesa que todos los malentendidos han sido fruto de su profesión como espía al servicio del MI6. Luego se besan, ya sabes como se besan en esas pelis, que la cabeza de ella entorpezca ver el lengueteo, que estamos en los 50, compórtese como una señorita. En la peli no queda claro si esa noche frinkan o no, sólo que él la acompaña al hotel, mientras suena Chet Baker, y se despiden con otro fake kiss y un fundido en negro. Ya depende de lo calenturienta que sea la imaginación del espectador.
Por supuesto, aún queda que todas las cosas se tuerzan un poco más, que ella resulte ser espía de los servicios de inteligencia franceses y que él no resulte ser del MI6, sino de los súper súper súper secretos servicios americanos y que, en realidad, la estaba espiando a ella. O ella a él. O ya no se sabe muy bien. Ni importa.
Un beso (pero no al estilo de los 50).
1 comentario:
:D
Esta es una de las consecuencias inevitables de ver cine viejuno, te se raya la kaveza tope, tronko.
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