martes, 2 de agosto de 2011

Sarah Polley, como.. Ann.

No tengo ganas. Ni ganas de incluir eventos para hacer la agenda. Ni ganas de leer libros que podrían ser interesantes. Ni de escribir emails a personas importantes. Ni de escribir, al fin y al cabo, en el blog, meta física de la mayoría de mis neuras y replanteamientos.

Sin ganas.

Y, como las veces que me ha ocurrido esto alguna vez, sé perfectamente a qué se debe, aunque me empeñe en negarlo.


2 comentarios:

Javio dijo...

Eso te pasa por mezclar tu lugar de trabajo con el de descanso.
Nunca lo haría.

La clotilde dijo...

Apático? Eso va a ser el calor...Verás como con el frío te animas.