hay en su cuerpo, señora,
encerradas en carnes blancas,
señora.
Para que de pronto, su ansiedad estalle
como granada abierta (de grandes labios rojos)
Me hago cargo, señora, me hago cargo:
la monto la manto la palpo la sobo
la beso la calco la solapo
y usted bala como vovina
usted ruge como marabunta
usted piafa como yegua de raza
usted resopla como marsopa
usted finalmente acaba
a caballo
y yo acabo.
¡Acaba conmigo!
.
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