Esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra, no lo niegues.
Hoy te miraste en el espejo
y te fue triste, estabas sola
la luz rugía, el aire cantaba
pero tu amado no volvió.
Enviarás mensajes, sonreirás
tremolarás tus manos, así volverá
tu amado tan amado.
Oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
¡oh! nada de angustias
ríe en el pañuelo, llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú.
Te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
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