martes, 13 de abril de 2010

El claustro de las sombras - Blas de Otero


En este momento tengo treinta y tres años encima de la mesa del despacho
y un pequeño residuo de meses sobre el cenicero de plata.
He preguntado a mis hermanas si saben quién es este hombre
que viene, entre mi hombro y mi hombro, a donde yo vengo,
y vuelve
el rostro si yo lo torno…

Siento frío, y no sé qué ponerme por dentro
de la muerte, qué trozo de tierra es el mío,
qué noche es la noche de echarme a morir,
qué látigo verde me herirá bajo el mar.

A veces me acomete un largo vértigo
y quisiera ser nada más un humoso lego en la orden antigua de los muertos,
servirles el silencio con mis propias manos
y meditar en un rincón del claustro de las sombras…

Del claustro de las sombras, allí
donde los sueños exaltan sus luces cándidas, humosas.

1 comentario:

Marisa dijo...

Una de las etiquetas que más me gustará siempre,junto con la de "Se me acaban de romper..."

Tengo ganas de verte. Besotes