lunes, 26 de octubre de 2009

El principito y el zorro

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El zorro se calló y miró un buen rato al principito:

-Por favor... domestícame -le dijo.

-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.

-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!

-¿Qué debo hacer? -preguntó el principito.

-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

El principito volvió al día siguiente.

-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

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El capítulo entero, que merece muy mucho la pena, aquí.

2 comentarios:

Versión11 dijo...

Este es la típica anécdota que la gente ve como un triunfo del bueno del Principito. PERO NO. MAL. El triunfo es del zorro, que tuvo el valor de contarle a su amigo lo que verdaderamente necesitaba. De haber hecho lo contrario, el pobre Principito seguiría dándole vueltas al planeta, preguntándose qué coño le pasa a su amigo el zorro. Por eso el Principito hizo lo que se esperaba de él, y lo que haría cualquier buen amigo que es requerido de ayuda.

Así que Zorro 1- Principito 0

b dijo...

Me gusta la idea de tener que domesticar a los amigos. Paciencia y constancia, no?
Aún te queda mucho trabajo para domesticarme...
Pienso que es "fácil",sólo tienes que aceptar a la gente como es. Qué poquitos lo hacen!
"O principiño", me encantaba de pequeña, aunque lo entienda mejor ahora.