miércoles, 18 de marzo de 2009

Amor y vísceras

Ayer tarde conversaba con Javierdebe sobre el cuerpo de las ranas al ser lanzadas o tableteadas. Conclusiones: las posturas que adoptan en el aire son bastante divertidas, ¡es como si dejaran su propio cuerpo al libre albedrío! Delegan el control y gobierno del cuerpo (especialmente las extremidades inferiores) a la gravedad, que es la que toma las riendas de todo... incluída la propia dignidad de la rana, que se ve reducida a la de un muñeco de trapo.


Anoche discutía con N. y M.C. sobre como se rigen las distintas partes del cuerpo humano, quién gobierna, quién se resigna. Y creo que nunca nos pondríamos de acuerdo en este punto.

Y es que en el cuerpo humano, los distintos órganos siempre chocan entre ellos, en accidente mortal.

Cuando la cabeza te dice una cosa y todo en tu vida dice otra, la cabeza siempre pierde.
Humphrey Bogart a Lauren Bacall (Cayo Largo - John Huston, 1948)

4 comentarios:

Versión11 dijo...

¿Con ése? Pfff, no vas a sacar nada en claro.
Sin embargo N. esa sí, hazle caso, que siempre tiene razón.
El cuerpo humano lo rije la cabeza. Hasta que no.

Versión11 dijo...

ñiñiñiñi con G

Anónimo dijo...

Sí, el eterno dilema de hacer caso a la cabeza o no. Últimamente pienso en no pensar tanto (qué bien escribo) y dejarse llevar. Además de ser más divertido, es mejor "arrepentirse" de lo que haces que de lo que no haces.

javierdebe dijo...

Qué razón tengo!!! :)