Mi habitación del hotel está llena de espejos. Espejos que van siempre unos instantes por detrás de mí, espejos que me persiguen, espejos de los que no puedo escapar ni aunque quiera. Espejos que me recuerdan situaciones inevitables.
Duermo con gente al lado, me despierto y me están mirando, ¿ellos no necesitan descansar?
Odio verme como único eco de tan dichoso cristal. Dicen que si los rompes tienes 7 años de mala suerte.. ¿acaso verlo a diario no hace ya suficiente daño?
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