jueves, 20 de mayo de 2010

Vida de jaula

Mi jaula es grande, blanca, tiene tres pisos y supuestamente yo ocupo el ala norte de la torre de marfil. Hay un espejismo de sol que se filtra por todos los cristales de espejos mientras se habla, se planifica, se lucha contra la inmutabilidad y se espera que la realidad nos arree pero no nos tumbe.

Es posible que mi jaula tenga forma de ring y al final, más allá de los golpes, es la cabeza y no el músculo el que se rinde primero en realidad.

A veces me creo que salgo y que vuelo, que estoy con otro pájaros de cuenta como yo (o como tú), pero la verdad es que tengo una anilla en la pata y al principio del día retorno a mis barrotes.
Mi jaula siempre tiene la puerta abierta, porque ha ganado y sabe (ella sabe) que siempre voy a volver...

Atalanta

Gracias Atalanta por tus palabras, cada vez más acertadas, y por frases que recorren el océano y me hinchan el pecho: no es lo mismo que no estés que saber que no estás.