lunes, 20 de julio de 2009

No me toques la catenaria

De las cosas que más recuerdo de esta funesta carrera es cuando en 2º, en clase de Campos Electromagnéticos, Antonio contaba anécdotas de la vida diaria donde se aplicaba la teoría que en esos momentos exponía.


Narraba (porque eso era un cuento, todos atendíamos entusiasmados) como lo importante no era el potencial, sino la diferencia de potencial, de ahí el peligro de los tendidos eléctricos, los rayos, y demás movidas gordísimas.


Esta criatura, lamentablemente, no asistió a esa clase.


Nota: Pensadlo dos veces antes de darle al vídeo. No es nada agradable. Nada.