El señor Ríder
miércoles, 20 de abril de 2016
domingo, 6 de marzo de 2016
Miradas que lo dicen todo
A veces,
cuando se baja del coche mirando cómo se dirige hacia el portal por la
ventanilla del copiloto pienso: ¡Ahí va el amor de mi vida!
Sin saber por
qué, y después de tanto tiempo juntos, me invade una sensación que ocupa todo
mi ser y que genera ese cosquilleo olvidado que, a veces, produce la rutina y
la familiaridad de la convivencia.Es entonces cuando
me doy cuenta de lo importante de retener ese pequeño instante y me
quedo allí parado, contemplando cómo se aleja, cómo se coloca la blusa o,
simplemente, cómo rebusca en su enorme bolso las llaves que nunca
encuentra.
En ese
diminuto momento se da la vuelta y me mira como diciendo ¿pero, qué haces ahí
parado? y yo, mirándola sonriendo, intento que lea mis labios para
recordarle que ella es el amor de mi vida, con la frase que sólo
ella y yo compartimos. Arranco el coche y al mirar por el
retrovisor encuentro sus ojos mirando y presiento felizmente que
ella se encuentra disfrutando de ese mismo instante.
Carmen Molina Sújar
.
viernes, 26 de febrero de 2016
Diamantes y perlas
- ¿Quienes son? - pregunté.
— Mis perlas — sonrió —. Cada año de mi vida he buscado doce perlas. Doce personas
que no conociera pero que se me aparecieran y marcaran mi mundo de tal manera que
mi yo virara.
— ¿Mi yo virara? —repetí.
— El Sr. Martín fue una perla de tu vida — me lo ejemplificó y yo se lo agradecí—. Fue una joya que el mundo te dio y, aunque han pasado los años, aún la conservas... Eso confirma qué gran perla fue, pues el tiempo no le ha quitada nada de su brillo ni de su intensidad.
......
— Con el tiempo, algunas perlas pasan a ser diamantes. Cada ochenta o noventa perlas
aparece un diamante... Un diamante, para que me entiendas, es una de esas personas
que se hace tan básica y tan importante en tu vida que parece creada únicamente
para ti.
— Mis perlas — sonrió —. Cada año de mi vida he buscado doce perlas. Doce personas
que no conociera pero que se me aparecieran y marcaran mi mundo de tal manera que
mi yo virara.
— ¿Mi yo virara? —repetí.
— El Sr. Martín fue una perla de tu vida — me lo ejemplificó y yo se lo agradecí—. Fue una joya que el mundo te dio y, aunque han pasado los años, aún la conservas... Eso confirma qué gran perla fue, pues el tiempo no le ha quitada nada de su brillo ni de su intensidad.
......
— Con el tiempo, algunas perlas pasan a ser diamantes. Cada ochenta o noventa perlas
aparece un diamante... Un diamante, para que me entiendas, es una de esas personas
que se hace tan básica y tan importante en tu vida que parece creada únicamente
para ti.
Si me dices ven lo dejo todo , pero dime ven - Albert Espinosa
miércoles, 24 de febrero de 2016
No pierdas los papeles
Misteriosamente, y mira que hay dónde perderlos, aún conservo todos mis papeles intactos.
domingo, 21 de febrero de 2016
La vida que es, en realidad, dos vidas
Tengo 18 años.
Me echo una novia rubia, empiezo a estudiar Derecho, no me gusta beber alcohol ni fumar y mato por sacarme a la calle bajo cualquier pretexto, no me gusta pasar tiempo solo. El último salto de la adolescencia al vacío se hace con los ojos casi vendados.
Tengo 36 años.
Adoro a una novia pelirroja, pienso y decido estudiar Modelismo, me fumo un porro antes de dormir y cato las mejores bodegas de España (salvo Ribera y Rioja, claro). Paso mi tiempo disfrutando de mi adosado con jardín, puteando a mi perro al tirarle del rabo, ante la mofa generalizada.
Elijo tener una segunda vida opuesta a mi primera. La madurez mesa dulcemente las canas de mi paciencia.
Me echo una novia rubia, empiezo a estudiar Derecho, no me gusta beber alcohol ni fumar y mato por sacarme a la calle bajo cualquier pretexto, no me gusta pasar tiempo solo. El último salto de la adolescencia al vacío se hace con los ojos casi vendados.
Tengo 36 años.
Adoro a una novia pelirroja, pienso y decido estudiar Modelismo, me fumo un porro antes de dormir y cato las mejores bodegas de España (salvo Ribera y Rioja, claro). Paso mi tiempo disfrutando de mi adosado con jardín, puteando a mi perro al tirarle del rabo, ante la mofa generalizada.
Elijo tener una segunda vida opuesta a mi primera. La madurez mesa dulcemente las canas de mi paciencia.
Full of life
El vivir no admite bromas.
Has de vivir con toda seriedad,
como una ardilla, por ejemplo;
es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;
es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:
Vivir.
Has de tomar en serio el vivir.
Es decir, hasta tal punto y de tal manera
que aun teniendo los brazos atados a la espalda,
y la espalda pegada al paredón,
o bien llevando grandes gafas
y luciendo bata blanca en un laboratorio,
has de saber morir por los hombres.
Y además por hombres que quizás nunca viste,
y además sin que nadie te obligue a hacerlo,
y además sabiendo que la cosa más real y bella es
Vivir.
Nazim Himket
Has de vivir con toda seriedad,
como una ardilla, por ejemplo;
es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;
es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:
Vivir.
Has de tomar en serio el vivir.
Es decir, hasta tal punto y de tal manera
que aun teniendo los brazos atados a la espalda,
y la espalda pegada al paredón,
o bien llevando grandes gafas
y luciendo bata blanca en un laboratorio,
has de saber morir por los hombres.
Y además por hombres que quizás nunca viste,
y además sin que nadie te obligue a hacerlo,
y además sabiendo que la cosa más real y bella es
Vivir.
Nazim Himket
Galeónica - Marta Fernández Portillo
Extraviada en Shangai
Jing jang mi coctelera
Sudando miedo
Bebiéndome mi oportunidad
Mi otra
Trocando las mareas
Soplándole a mi fuego
Pariéndome de nueva
Flechada
Subiéndome a esta ooola
Jing jang mi coctelera
Sudando miedo
Bebiéndome mi oportunidad
Mi otra
Trocando las mareas
Soplándole a mi fuego
Pariéndome de nueva
Flechada
Subiéndome a esta ooola
galeónica
Suscribirse a:
Entradas (Atom)